«Me casé con un idiota», un bodrio más de Videocine
«Me casé con un idiota» es un bodrio más como ya Videocine nos tiene acostumbrados, traído de la mano de el ex RBD, Alfonso Herrera y de Paulina Gaitán, acompañados por Patricia Reyes Spindola, Rodrigo Murray, el Diablito y Lucía Uribe, todos ellos dirigidos por Sebastián Silva.
Esta historia nos cuenta el enamoramiento y posterior matrimonio de el famosísimo actor Iñaqui, con la comediante y actriz amateur Flor, quienes se conocen en el rodaje de una película de época en la cual Flor ha obtenido el papel gracias a ser la amante del director. En esta película, Iñaqui interpreta a un varonil caudillo que salva a una bella hacendada, mientras sus personajes se enamoran en el set de la película, Flor e Iñaqui también se enamoran, pero deben mantenerlo en secreto para poder terminar el filme.
La primera parte del enamoramiento es divertida y llega a ser interesante, pues se trata de un juego entre lo real y lo imaginario del cine. Si la trama hubiera seguido ese tema, la película podría haber terminado siendo un poco menos aburrida, pero el problema comienza después de este primer conflicto, pues toda su historia de amor sucede en la primera media hora, de ahí vemos lo que es la historia «real» sobre el egocentrismo de Iñaqui, la nula capacidad de Flor de querer a su nuevo esposo y los intentos deseperados de él por conservar a su esposa, a partir de este punto, la película se llena de acontecimientos sin sentido que hacen que pierdas la atención y el interés por la historia.
Los personajes son infantiles, cayendo en lo ridículo y lo pesado, sumando las actuaciónes rosaguadalupescas de ambos actores, los diálogos se sienten forzados, la relación entre ellos también es bastante falsa, se siente más una relación de amistad que de amor, los personajes secundarios son igual de sosos y llenos de clichés que nunca dieron risa y menos ahora en 2022 como el del amigo gay o el amigo idiota, pero lo peor de todo, es el planteamiento general de la película que es bastante improbable ya que en sí no hay como tal un motivo real de el problema y mucho menos de la pésima resolución de este y para terminar, el final es cursi pero de una mala manera.
Realmente no recomiendo esta película, pero si eres fan de Poncho Herrera y no te importa su nula capacidad para hacer una actuación decente, puedes ver esta película disponible desde el 24 de agosto en la plataforma de streaming Vix+.
Por Rodrigo Díaz
