Aterráte con La Primera Profecía
En momentos en los que el cine mainstream de horror se ha dado a la tarea de revivir franquicias como Halloween o El exorcista, estrena La primera profecía, una precuela del filme original de 1976, La profecía, dirigida por Richard Donner, que causó furor en el mundo entero por el misterio, el suspenso y el terror con los que se contaba la historia del nacimiento del Anticristo. Histriones de la talla de Gregory Peck y Lee Remick fueron partícipes de este clásico del sub-género que originó tres secuelas y un reboot. Ahora, la realizadora, Arkasha Stevenson, se pone al frente de este intento por renovar la temática.
La película se asemeja al cine de miedo actual, cercano a las sagas de La monja y El conjuro, repleta de jump scares, efectos visuales espectaculares y una narrativa que coquetea con repetir momentos icónicos de otras tramas, sobre todo, cuando, en el caso de La primera profecía, se estrena 48 años después de la entrega inicial, fomentando la añoranza de quienes «padecieron» la obra original.
Entre momentos sacados de la manga para explicar el clímax, esta película ansía sorprender al público con un par de giros de tuerca a todas luces predecibles, así como la necesidad de hallar una fórmula que expanda la historia para futuras secuelas.
Para su fortuna, el diseño de producción es destacado, llevándonos a la Roma de 1971 y a los recovecos de la urbe italiana, donde se gesta una especie de lucha santa entre dos facciones opuestas de la iglesia en el marco de movimientos seculares que hacen plantear a los credos religiosos nuevas fórmulas para no perder su inmenso poder, incluso, gestar una alocada operación para engendrar a un tirano.
Para los fans de la cinta original, por fin podrán ver en pantalla al «padre» del niño malévolo, cerrando el círculo para que las viejas y nuevas generaciones se aterren por igual. Protagonizan Nell Tiger Free, Ralph Ineson, Sonia Braga y Bill Nighy.
Por Daniel Flores
