¿Qué significa que la versión KP.3 del virus SARS-CoV-2 sea una “variante bajo seguimiento”?
Mucho se sigue descubriendo sobre la variante KP.3 (descendiente de Ómicron) del virus SARS-CoV-2 que se ha detectado en México, causante de la enfermedad COVID-19. Junto con la preocupación de la población, podrían aumentar los contagios este mes de agosto, en parte debido a la movilidad que implica la temporada vacacional y el regreso a clases o reincorporación laboral.
Esta nueva cepa ha sido catalogada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como variante bajo seguimiento. ¿Qué significa este término?
También llamada variante bajo monitoreo (VUM por sus siglas en inglés), la OMS lo define como una variante del SARS-CoV-2 con cambios genéticos que se sospecha que afectan las características del virus y las señales tempranas de ventaja de crecimiento en relación con otras variantes circulantes, pero para la cual la evidencia del impacto fenotípico o epidemiológico sigue sin estar clara, lo que requiere un mayor seguimiento y reevaluación en espera de nueva evidencia.
El Dr. Conrado Polanco Ortíz, gerente de relaciones médicas de Esteripharma, explica: “Es una versión del virus SARS-CoV-2 que tiene cambios genéticos. Estos cambios podrían afectar cómo se comporta el virus y puede haber señales de que podría crecer o expandirse más rápido que otras versiones del virus que están circulando. Sin embargo, aún no están claros estos cambios observables o cómo se propaga el virus. Por eso, es necesario seguir en observación y analizar más información a medida que esté disponible”.
Otro parámetro de la OMS indica que si una variante del virus tiene un número muy grande de cambios en partes del virus que nuestro sistema inmunológico reconoce, pero hay pocas muestras de esta variante y no se puede determinar si crece más rápido que otras, esta variante puede considerarse variante bajo seguimiento. Esto sucede también si hay evidencia de que se está propagando entre la gente en al menos 2 países durante un período de 2 a 4 semanas.
¿Qué podemos hacer para cuidarnos de posibles contagios?
Además de retomar las medidas de prevención señaladas por las autoridades como uso de cubrebocas, mantener ventiladas áreas cerradas, distanciamiento social y la consulta médica ante cualquier sospecha, el Dr. Conrado Polanco Ortíz recomienda el uso de soluciones electrolizadas de superoxidación (SES) con pH neutro, cuya acción antiséptica de amplio espectro protege la salud respiratoria: “Las SES son inocuas, seguras y eficaces como medida preventiva y coadyuvante en un tratamiento integral, ya que realmente contribuyen a la mitigación del virus SARS-CoV-2 (COVID-19) al inhibir la replicación del virus”. Además, conviene reforzar esfuerzos utilizando estos antisépticos, aunque en diferentes presentaciones, para desinfectar manos, ambientes y superficies posiblemente contaminados.
Los principales síntomas detectados que genera la mutación KP.3 son: dolor de cabeza, dolor de garganta, dolor en articulaciones, dolor muscular, dificultad para respirar, baja oxigenación, congestión nasal, fiebre, fatiga y síntomas gastrointestinales.
Cabe mencionar que gran parte de la población, tanto mundial como nacional, ya ha sido inmunizada debido a contagios previos y/o por haberse vacunado, sin embargo, es necesario poner atención a la situación actual y continuar su vigilancia para poder enfrentarla de la mejor manera posible con los recursos a nuestro alcance.
“No debemos confiarnos y bajar la guardia, ya que es un virus con el que vamos a seguir conviviendo y al que vamos a seguir conociendo en un futuro indefinido”, concluye Polanco Ortíz.
COVID-19 en México en el 2024:
- Las entidades de residencia con mayor número de casos son Ciudad de México (25.0 %), Nuevo León (8.5 %), Querétaro y Estado de México (8.0 %) y Puebla (4.1 %).
- Se han confirmado 411 defunciones por la COVID-19 en Ciudad de México (15.3 %), Puebla (8.3 %), Jalisco (6.8 %), Estado de México (5.8 %) e Hidalgo (5.4 %).