El gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri, consideró que la propuesta de someter a gobernadores —incluidos los de Acción Nacional— y a la presidenta de la República a un proceso de revocación de mandato debe analizarse con cautela, pues podría generar escenarios de alta inestabilidad política.
Al ser cuestionado sobre la iniciativa impulsada desde el Senado de la República , el mandatario señaló que es un tema que corresponde revisar al Poder Legislativo, pero advirtió que, tal como está planteada, podría derivar en efectos contraproducentes para el país.
Explicó que realizar un ejercicio de revocación en los tiempos sugeridos abriría la puerta a que, en un periodo de cuatro años, México pudiera tener hasta cuatro presidentes distintos: el o la presidenta electa, un interino, un provisional y un sustituto designado, lo que —dijo— atentaría contra la certidumbre institucional.
“Los ciudadanos votaron por un mandato de seis años; cambiar al titular del Ejecutivo en lapsos tan cortos generaría incertidumbre y afectaría la estabilidad”, consideró.
Agregó que, actualmente, las elecciones intermedias ya funcionan como un mecanismo de evaluación de los poderes ejecutivos del país y los estados, a mitad del sexenio.
El gobernador también señaló que el manejo de un presupuesto federal tan amplio podría volverse un factor de presión o manipulación en un contexto de cambios frecuentes en la titularidad del Ejecutivo. Por ello, insistió en que el impacto político y administrativo del modelo debe analizarse a fondo.
Reconoce viabilidad técnica del INE, pero advierte falta de certidumbre
En respuesta a la postura del Instituto Nacional Electoral en Querétaro, que ha señalado que una consulta de revocación es técnicamente viable debido a la sencillez de la boleta, el gobernador aclaró que su preocupación no es operativa, sino de certidumbre.
Indicó que, aunque el INE pueda organizar el proceso, el verdadero debate está en las consecuencias que tendría para la estabilidad del país la posibilidad de remover a un presidente o a un gobernador a mitad de su mandato.
“No digo que no se pueda hacer; lo que me preocupa es lo que puede suceder después”, sostuvo.
Añadió que un país con cambios tan frecuentes en la titularidad del Ejecutivo enviaría señales de incertidumbre política y económica, afectando la toma de decisiones y la confianza ciudadana.
