martes, diciembre 10, 2024
Mundo

Para vivir es necesario superar el duelo de la mejor forma

 

Uno de los episodios más difíciles de superar para el ser humano es la pérdida de un ser querido, especialistas en psiquiatría afirman que inclusive hay quienes “se dejan morir” o se suicidan al no poder encontrar consuelo ante la falta de la persona amada.

“Porque más allá de la ausencia, el golpe inicial desde la confirmación de la muerte y los funerales, la cremación o sepultura llevan a los deudos a una serie de trastornos de tristeza que llega a convertirse en depresión y el “visitarlo” en un panteón tradicional o mausoleo frío y en ocasiones sombrío no brinda consuelo, sino al contrario, causa más dolor a los familiares”, explicó la Doctora en Psiquiatría con especialidad en Tanatología María Noemí Pacheco.

En virtud de tales situaciones, en años recientes se han utilizado alternativas para despedir a quienes trascienden, como tirar las cenizas en el mar o esparcirlas en jardines especiales, lo cual además de no estar totalmente legalizado, causa contaminación y no satisface las necesidades emocionales de toda la familia, aunque fuera la última voluntad del fallecido.

Algunos países como Japón, han implementado novedosos sistemas para honrar la memoria de sus muertos, al tiempo que representa una terapia sanadora para los deudos, como los “Baños de bosque”, basados en tradiciones milenarias como “regresar a la tierra” o pertenecer a un bosque, con la tranquilidad que brinda la naturaleza, que motiva a la reflexión y la paz emocional en un entorno saludable, verde, soleado y sin los fríos muros de un mausoleo o las lápidas muchas veces rotas o deterioradas del panteón tradicional.

Innovación ya en México
Desde hace varios años, en México, particularmente en el estado de Puebla, existe un lugar que cumple con las expectativas y necesidades de miles de personas que desean un mejor fin para sus seres queridos y la paz para quienes acudan a recordarlos en diferentes fechas, como aniversarios luctuosos, natalicios o Día de Muertos, ese lugar se llama Bosque Eterno y se ubica a 10 minutos de la capital poblana.

Convencidos de los beneficios del bosque, su CoFundador y Ceo, Diego Gómez de Alvear y su familia decidieron entregar a la tierra las cenizas de su padre, como un tributo y la mejor manera de mitigar su pena, “Fue la mejor decisión que tomamos y a partir de ahí, nuestro bosque se ha llenado de visitantes que han encontrado la misma paz y tranquilidad que nosotros, lo que nos confirma que fue una gran idea compartir Bosque Eterno para todos”.

Este bosque funerario cuenta con diversos servicios conocidos como Biotierra, que integra las cenizas del ser querido en urna biodegradable a un nicho natural; Bioaqua, se depositan las cenizas en su urna en un estanque de agua que da vida al bosque; el Árbol familiar, permite colocar la urna en un pequeño árbol recién plantado, que con su crecimiento simboliza la transformación de la vida, cuando el tronco está robusto los familiares o visitantes pueden abrazar al árbol que representa el ser que trascendió, pero su espíritu permanece ahí; inclusive existe un área especial para mascotas, que al igual que sus dueños habitan en el bosque.

En ese contexto, Gómez de Alvear agregó, “al elegir Bosque Eterno como la última morada del ser querido se rinde un homenaje para quien se nos adelantó en el viaje inevitable y quienes nos quedamos contamos con el apoyo de especialistas, Tanatólogos y guías espirituales que alivian la salud emocional, tan importante para seguir adelante”.

“De esta manera el duelo se convierte en una experiencia reconfortante, más que de resignación de gusto por saber que el ser amado descansa en un lugar digno, como lo es el bosque, en su tierra y nunca estará solo pues los animales que habitan la zona se convierten en guardianes espirituales nocturnos, mientras los visitantes disfrutan en el día del aire limpio, el cielo abierto, el sol y una convivencia sana que a decir de las familias que visitan Bosque Eterno, les da alegría de recordar con gusto a quienes ya trascendieron”, finalizó la Doctora María Noemí Pacheco.