Nueve años después, aunque en la vida de los personajes solo han transcurrido dos, llega la secuela de una de las cintas más elogiadas de los últimos años.
Riley Anderson cumple 13 años y con esta edad no solo se cierra el ciclo de lo que viene siendo la escuela primaria, también da inicio la pubertad y con ella llegan nuevas emociones, más complejas y problemáticas.
Esta historia nos da a entender que las emociones básicas trabajaron y convivieron en equilibrio, pero de súbuto deben enfrentarse a una nueva realidad que aparentemente las supera y amenaza con desplazar las. Como en la primera parte, el conflicto se desencadena por el cambio, lo que antes fue causado por una mudanza, ahora es consecuencia del paso de un nivel escolar a otro y de un grupo de amistades hacia uno nuevo, más sofisticado y emocionante. La historia se desarrolla en un lapso de unos cuantos días, durante un campamento deportivo, donde la Ansiedad toma las riendas de la cabeza de nuestra protagonista y hace que su mundo de un giro y esté a punto de derrumbarse.
Como espectadores podemos ver nuevos elementos y secciones de la mente adolecente, que en el complejo mundo emocional forman estructuras enormes y que en teoría deben funcionar como un reloj, pero ante el conflicto emocional, están en riesgo.
La cinta es divertida y los personajes están bien planteados, el diseño es perfecto y cada emciòn se ve y se comporta como uno esperararìa, pero a diferencia de su antecesora, esta trama se siente acelerada; pasan muchas cosas en poco tiempo y realmente hay pocas consecuencias de la acciones, porque casi todo sucede en la mente de Riley y no se exploran situaciones fuera de las principales. Tal parece que las emociones sólo pueden centrarse en un tema y no en todo lo que está viviendo Riley.
Puede decirse que esta película es derivativa, pues tiene casi la misma estructura que la anterior y la trama se desarrolla prácticamente de la misma forma, pero con nuevos personajes. Quizás el problema principal, es que la premisa (al igual que el filme de 20155) nos da a entender que la mente está dominada por las emociones, y que la persona no tiene control de ellas. Si hace nueve años veíamos como se iba formando la personalidad, aquí somos testigos de una transformaciòn repentina, que construye elementos de la psique que no se plantearon antes, es como si nos dijeran que antes de los 13 años, no hay una personalidad ni una identidad definida y que esta puede cambiar en un momento.
Lo que en un principio era una interesante e intrigante alegoría del desarrollo de la humanidad, con una progresiòn establecida, aqui se reduce a un conflicto de lo anterior contra lo nuevo, principalmente entre Alegría, la emociòn predominante hasta los primeros minutos de la cinta, y Ansiedad, la nueva emociòn a cargo. El resto de los nuevos personajes tiene un rol secundario y más que ser razgos de una misma persona, son personajes en disputa, cada uno con sus propios objetivos, que se supone deberían ser el mismo.
Si dejamos de lado todo este entramado teórico, la película funciona bien, es divertida y cumple con traer de regreso a personajes queridos y agregar algunas caras nuevas que seguramente tendrán éxito comercial.
Intensamente 2 se estrena este jueves 13 de junio y aun cuando no tiene la profundidad de la primera entrega y difícilmente causará tanto debate y análisis, es una cinta bien lograda y que vale la pena ver en pantalla grande.
Recomendación final: hay que quedarse hasta el final de los créditos, pues hay una escena que da cierre a una situación que parece quedar olvidada en la historia. No es algo indispensable, pero da un cierre simpático a la película.
Por Francisco López