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Elementos llega a Disney+

 

Estrenada en cines el pasado junio, y disponible desde hoy exclusivamente en Disney+, ELEMENTOS es la película más reciente de Disney y Pixar centrada en una vivaz joven de fuego llamada Ember y un sensible joven de agua llamado Wade, quienes entablan una amistad en Ciudad Elementos, una metrópolis con habitantes de los cuatro elementos: agua, fuego, tierra y aire.

No es novedad que las historias de Disney y Pixar llevan la impronta de sus creadores, y ELEMENTOS no es la excepción. Creado y dirigido por Peter Sohn, el film está fuertemente marcado por las vivencias personales y familiares de su realizador, quien creció en Nueva York en el seno de una familia de inmigrantes coreanos. En simultáneo con el desembarco de ELEMENTOS en Disney+, estas influencias quedan reveladas en Química de Pixar: La historia de Elementos, un nuevo documental que se puede ver desde hoy en la plataforma e invita a la audiencia a dar un divertido paseo por lo que sirvió de inspiración para Sohn en la película.

PADRES CHAPADOS A LA ANTIGUA

 En la película, Ember y Wade son personajes de diferentes elementos que tienen vidas distintas, marcadas por el mandato cultural de que los elementos no se deben mezclar. A lo largo de la historia, Wade lleva a Ember a poner en tela de juicio sus convicciones en relación al mundo en el que viven y a la persona que ella quiere ser.

Al momento de empezar a desarrollar la historia, Sohn imaginó esta amistad inesperada entre los protagonistas y supo que traería consigo momentos incómodos, bromas y divertidos traspiés. Rápidamente, la conectó con sus propias vivencias. “Comencé a introducir elementos de mi relación con mi esposa. Yo soy coreano y ella estadounidense, mitad italiana. Al principio no les conté a mis padres de la relación porque ellos, que son un poco chapados a la antigua, querían que me casara con una coreana. Lo que me dijo mi abuela antes de morir fue, literalmente: ´Cásate con una coreana’”, cuenta Sohn. En la película, el padre de Ember tiene las mismas reservas iniciales respecto del vínculo de su hija con un joven de agua.

LA EXPERIENCIA MIGRATORIA AL CENTRO

 La historia personal de Sohn también marcó el relato en otro aspecto clave: la experiencia migratoria de sus padres. Al igual que Ember, cuyos padres llegaron a Ciudad Elementos desde la Tierra de Fuego, Sohn creció en Nueva York luego de que sus padres emigraran de Corea hacia allí. “Se trata de entender a nuestros padres como personas. De esa comprensión proviene la apreciación de los sacrificios que hicieron por sus hijos. Mis padres emigraron de Corea a comienzos de los setenta, y yo nací aquí y fui criado dentro de la tradición coreana, con el idioma y la cultura coreanos, en la muy estadounidense ciudad de Nueva York. Eso condujo a ciertos choques culturales entre la primera y la segunda generación. Yo no valoré todas las vicisitudes que ellos deben haber atravesado”, reflexiona Sohn, quien creció en el entorno de la tienda de comestibles que tenía su padre en el Bronx.

En ELEMENTOS, el padre de Ember también es el dedicado dueño de una tienda y confía en que el destino de su hija es, algún día, hacerse cargo del negocio familiar. A lo largo de la historia, sin embargo, Ember irá poniendo esa certeza en duda. “Ella transita un camino para poder entender su propia identidad y, junto con eso, el significado de lo que sus padres le dieron”, señala el realizador, al tiempo que destaca el papel que tiene Wade en la vida de Ember en ese sentido, inspirándola a mirarse más de cerca y conectar con sus pasiones ocultas.

Esta noción también tiene su origen en las vivencias del realizador. “Dedicarse a algo artístico era un poco difícil en mi familia. Se daba por sentado que sería médico o abogado, o un hombre de negocios, y a mí no me interesaba ninguna de esas carreras. Quería hacer algo artístico y mis padres no entendían ese mundo o cómo podría uno ganarse la vida haciendo eso”, relata.

 UN PASEO DIVERTIDO POR LA HISTORIA PERSONAL DE SOHN

 En el nuevo documental estrenado hoy en Disney+, las audiencias tienen la oportunidad de embarcarse junto a Sohn en un recorrido por todas esas inspiraciones que marcaron a ELEMENTOS. En Química de Pixar: La historia de Elementos queda revelado el viaje de sus padres de Corea a Nueva York y explora lo que fuera la tienda de comestibles de su padre en el centro del Bronx. La nueva producción también ahonda en la historia de cómo fue que Sohn eligió seguir la carrera de animación en lugar de continuar con el negocio familiar.

Tras 23 años de carrera en Pixar, ELEMENTOS marca un hito importante para Peter Sohn, ya que es posiblemente la historia más personal de su trayectoria creativa. Ese relato profundamente propio, sin embargo, también da cuenta de temas universales como las relaciones entre padres e hijos, los vínculos entre nosotros y nuestros vecinos, y el desafío de conectarnos con aquello que nos hace auténticos y singulares. Es en ese camino que Sohn se encuentra con los espectadores, invitándolos a recorrer Ciudad Elementos de la mano.

ELEMENTOS Química de Pixar: La historia de Elementos ya están disponibles en Disney+.

Las nuevas suscripciones a Disney+ que se realicen hasta el próximo 20 de septiembre de 2023 ingresando en www.disneyplus.com , accederán al servicio de streaming a un costo de MXN 45/mes (final) por tres meses.

NOTA: Las declaraciones incluidas en este material editorial fueron brindadas antes de julio de 2023

 SINOPSIS OFICIAL DE ELEMENTOS:

Ambientada en Ciudad Elementos, en donde conviven residentes de fuego, agua, tierra y aire, el largometraje original presenta a Ember (en la voz de Leah Lewis en la versión en inglés), cuya amistad con un joven divertido y sentimental llamado Wade (en la voz de Mamoudou Athie en la versión en inglés) le hace cuestionarse sus convicciones sobre el mundo en el que viven. Dirigida por Peter Sohn, producida por Denise Ream, p.g.a., y producida ejecutivamente por Pete Docter, ELEMENTOS está hecha sobre un guion de John Hoberg & Kat Likkel y Brenda Hsueh basado en una historia de Sohn, Hoberg & Likkel y Hsueh.

Por Daniel Flores