Zendaya regresa a la pantalla grande con su primer protagónico en Desafiantes, la nueva cinta del alabado director Luca Guadagnino, quien nuevamente trae una historia romántica muy detallada, en la que destaca los sinsabores del llamado amor romántico, ese mismo que las nuevas generaciones dicen despreciar, sin embargo, este tipo de dramas juveniles continúan interesando a la audiencia, máxime cuando se trata de un trío, en esta ocasión integrado por una entrenadora de tenis, Tashi (Zendaya), y dos jugadores del deporte blanco, Art (Mike Faist) y Patrick (Josh O´Connor).
Si bien el romance es intenso, la cinta se pierde en una serie de confusos flashbacks, intentando mostrar la relación de ellos desde adolescentes hasta su época actual, cuando tienen treintaytantos. Igualmente, casi en cada flashback hay un giro de tuerca que todavía cansa más al espectador, al grado que no se sostiene la intensidad, llegando a un último acto sin interés, más allá de si la trama ofrecerá al público un cierre o si, dependiendo del éxito en taquilla, tendrá una secuela.
No olvidemos que el realizador con su amorosa, Llámame por tu nombre, se quedó con las ganas de filmar una secuela debido a los escándalos de uno de sus protagonistas, el actor Armie Harmer, cuestionado él y su familia por presuntos actos de canibalismo. Por ende, no sería de sorprender que Guadagnino desee por fin darle continuidad a una de sus fantasías hiper-románticas.
Por cierto, Zendaya no muestra grandes habilidades actorales a pesar de que su personaje cuenta con una tremenda dimensión escénica. Tashi es una sobreviviente pero a la vez vive amargada, no concreta en qué enfocar su vida, además de ser una controladora. Con tantas delicias una intérprete con mejor rango actoral hubiera sacado adelante a Tashi, llevándola a una posible nominación en la próxima temporada de premios, lamentablemente, Zendaya es demasiado plana para tomar el rol. Quien sí destaca es O’Connor, un histrión notable, con un gran futuro por delante.
Por Daniel Flores