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¿Qué onda con los Niños Héroes?

 

Nos lo dijeron en la primaria, incluso a algunos nos tocó participar en la exposición de los Honores a la Bandera, en mi caso es desde Kinder 2 que supe del cuento; los famosos “Niños Héroes” que defendieron el Castillo de Chapultepec.

Así como con el cuento de Blanca Nieves, tenemos en la cabeza a una mujer muy bonita, a la que le tiene celos su madrastra, la manda matar, Blanca Nieves huye, se queda a vivir con unos enanos, la señora celosa la vuelve a encontrar y la envenena con una manzana, y la despierta con un beso un príncipe guapo; con los “Niños Héroes”, se nos vienen elementos a la mente también: Unos niños que estudiaban en el Castillo de Chapultepec, ven venir a un ejercito estadounidense, se les ponen al brinco, y en el trompón se mueren; aunque uno de estos valientes, Juan Escutia, se muere enrollándose en una bandera.

Pero a todo esto, ¿Qué hay de cierto en esta historia?, ¿Quiénes y qué eran realmente estos “Niños Héroes”?, ¿Cuáles son los mitos de este cuento?, y ¿Qué pasó en ese evento más allá de estos chavos?

No tenían la obligación pero se quedaron en el Castillo

 Algo cierto respecto a este relato, es que ese 13 de septiembre de 1847, sí hubieron unos pocos cadetes que decidieron quedarse en el Castillo de Chapultepec (entonces sede del Colegio Militar), para enfrentarse al Ejército Estadounidense, sin tener obligación de esto, ya que ellos junto con aproximadamente 40 colegas, recibieron la orden de irse.

Sin embargo, de los 6 niños-cadetes que nos hacían aprendernos para los exámenes de Historia: Agustín Melgar, Fernando Montes de Oca, Francisco Márquez, Juan de la Barrera, Juan Escutia, y Vicente Suárez, sólo hay certidumbre de que participaron Melgar, Montes de Oca y Suárez, de los otros no.

Esta decisión de haber peleado sin ninguna necesidad, contra un ejército extranjero, en el marco de la Intervención estadounidense en México, es un hecho por el que les es atribuible el cumplido de “héroes”.

Héroes pero no niños

 Para septiembre de 1847, estos atrevidos protagonistas no eran unos adultos de esos que ya nos deprimimos cada que cumplimos años, y que se nos duermen las piernas si no hacemos ejercicio; pero, tampoco tenían una edad como para decirles “niños”.

Francisco Márquez y Vicente Suárez iban por los 14 años, Agustín Melgar y Fernando Montes de Oca andaban en los 18, Juan de la Barrera ya tenía 19 y Juan Escutia 20.

Por lo menos si nos ajustamos a lo que hoy dice la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes en su artículo 5: “Son niñas y niños los menores de doce años…”, pues no, yo digo que muy niños no eran, chavos sí.

Y Juan ¿sí se aventó?

 Para empezar no hay certidumbre de que Juan Escutia y Juan de la Barrera (los dos juanes de la historia), hayan participado en la batalla, sin embargo, este mito de que uno de los “Niños Héroes” cogió la bandera nacional y se aventó desde las alturas del Castillo de Chapultepec, para no verla en manos de los invasores, no es real.

Lo que es un hecho es que sí había una bandera que ondeaba en lo alto del Colegio Militar, pero esta simplemente fue tomada por los estadounidenses. Esa bandera fue devuelta a México en 1952 junto con otras que también fueron tomadas durante la Intervención estadounidense, esto con motivo de la inauguración del Altar a la Patria (también conocido como Monumento a los Niños Héroes), monumento que está en el Bosque de Chapultepec y homenajea a los combatientes que murieron durante la Intervención estadounidense.

Lo que hay más allá de estos niños que más bien son chavos

 El sacrificio de estos cadetes, es una reducción de la Batalla de Chapultepec, en la que murieron cerca de 900 soldados mexicanos, de hecho en el Castillo no sólo se encontraban cadetes, esos solo eran aproximadamente 40, sino que habían más elementos del ejército; y fue solo una de las varias resistencias que hizo el ejército mexicano en el valle de México.

Todas estas batallas fueron ganadas por los estadounidenses: Padierna el 19 de agosto, Churubusco el 20 de agosto, Molino del Rey el 08 de septiembre y Chapultepec el 13 de septiembre.

Lo anterior fue en el marco de un cuento más grande conocido como Guerra mexicoestdounidense, a causa de una política expansionista de Estados Unidos desde principios del siglo XIX, este relato termina con un final que también nos cuentan mucho en los Honores a la Bandera: México y Estados Unidos hicieron las paces con un convenio con el cual los de más al norte se hicieron de provincias que primero eran de los de más al sur.

Por Daniel Escobar