Sigue campaña de estado para desinformar
Por Héctor Parra
AMLO dejó sentadas las bases para que todo siguiera igual
No cambió nada en el sistema de mediatización propagandística con el arribo de la Presidente de la República. AMLO dejó sentadas las bases para que todo siguiera igual.
Desde las mañaneras se continúa con la política de mentir al “pueblo”; engañarlo de tal suerte que, los seguidores de la desinformación terminan por creer las mentiras institucionales.
A través de la desinformación se generan odios, rencores y los seguidores de la doctrina de las mentiras embisten, combaten a cualquier disidente que no se pliegue a las mentiras, es atacado por la “muchedumbre”, sea de manera personal o por medio de las redes sociales.
Para los oficialistas todo está bien. Las criticas y los críticos carecen de razón. La presidente hace su labor diaria de desinformación y se lanza en contra de los “comentócratas”; volvió a la falaz declaración, defendió en una de sus mañaneras la sobrerrepresentación legislativa, cuando que, proporcionalmente, acorde a los resultados de la votación, resulta ilógico que ellos ostenten en el ejercicio parlamentario más legisladores de representación proporcional que los votos recibidos en las urnas y la oposición haya tenido menos curules que votos obtenidos en las elecciones ¿Por qué o para qué el afán de insistir en el abuso cometido por el INE y el TEPJF?
Y por si aquello no hubiese sido suficiente, recordemos que los oficialistas amenazaron y compraron a varios senadores para alcanzar la mayoría absoluta que les permite desgarrar y hacer añicos la Constitución. Ellos legalizan y legitiman cualquier transgresión a la Constitución, a las leyes, a cualquier principio; vamos, incluso cualquier acto inmoral ellos lo transforman y convierten en una acción moral. Perdonan al delincuente y lo absuelven, herencia de AMLO. Así de perversos los morenistas y secuaces.
De tal suerte que, las campañas de abierta y descarada desinformación mediática, continúan la política diseñada por el expresidente.Otra evidencia de afirmación ha sido el reacomodo de comentaristas y periodistas de varios medios de comunicación privada, esos que reciben millones de pesos en contratos de publicidad del gobierno federal. Quedan fuera los críticos al régimen y se quedan los “comentócratas” mansos. Sobra mencionar los nombres en este espacio, se han dado a conocer.
En programas como el de Ciro Gómez Leyva, se fueron las y los críticos y curiosamente se quedan los propagandistas del régimen de la transformación, descarados oficialistas. Los medios de comunicación oficiales, como canal 11, descaradamente se convirtieron en difusores de la ideología política del partido en el gobierno. Están cooptando la mayor cantidad de medios de comunicación para “adiestrar” a la audiencia de las supuestas bondades de las acciones del gobierno federal, como la de destruir a todos los poderes judiciales, porque en ellos radica la corrupción, así lo difunden; esta ha sido la mediatización de la mentira, correr a todos porque son corruptos; los ignorantes terminan por creer las mentiras, cuando que, en realidad van por apoderarse de los órganos de impartición de justicia, para lo cual no dudaron en trastocar la Constitución y convertir en una feria de feroz apetencia por la colonización y ocupación de los cargos en todos los poderes judiciales; sí, tanto los locales como el federal.
La masa social amorfa denominada muchedumbre, mediáticamente feliz porque correrán, despedirán a los miles de impartidores de justicia y el sabio “pueblo”, ese que no se equivoca, los va a elegir democráticamente en lo sucesivo; dice la publicidad: ya no habrá privilegios, ya no habrá corrupción; es la campaña mediática oficialista para desbaratar el sistema de impartición de justicia. y muchos medios de comunicación replican las mentiras, las arropan, mas no se detienen a cuestionar, mucho menos a rebatir las tropelías que están cometiendo los morenistas. Así empiezan los regímenes totalitarios, poco a poco se van perdiendo las libertades y los derechos.
La última salvajada de la semana que concluyó, fue propuesta del diputado federal Leonel Godoy, morenista por supuesto; el insulso propone eliminar de la Constitución, los Derechos Humanos ¿Así o más claros los actos que nos llevan a un régimen totalitario?
Entretanto, la mayor parte de la sociedad “embobada” con otras cosas intrascendentes, mientras el gobierno federal sigue cometiendo toda clase de tropelías en agravio de ciudadanos indefensos y cuando el abusivo acto es en contra de un empresario, la muchedumbre aplaude.
A todo esto se suma la fuerza de destrucción, control y dominio que adquirió y sigue acumulando el crimen organizado bajo el amparo del gobierno morenista. Los cambios a la Constitución desmantelaron la fuerza pública civil de protección ciudadana, para asegurar una sociedad indefensa ante la delincuencia. La delincuencia arrincona a la nueva administración federal, mientras aumenta la violencia en varios estados ¡Ah!, pero la presidenta asegura que todo está bien en México; cuando que, solo por citar 3 ejemplos, en Guadalajara, Jalisco asesinan al fiscal y en la capital de Guerrero, asesinan al presidente municipal, al secretario del ayuntamiento y al secretario de seguridad pública, en Sinaloa continúan sumando los homicidios, más de 100 ¿Estamos en franca paz? Eso dice la presidente.
La diaria campaña de mediatización socialistoide está rindiendo sus frutos, difunden y afirman que en México se vive en paz, a pesar de las evidencias de ir perdiendo la seguridad pública a pasos acelerados; también se pierden instituciones democráticas y derechos ciudadanos.
A este ritmo pronto alcanzaremos al régimen de Nicolás Maduro: “Más pobreza, menos libertades, más presos políticos”.
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