En Sesión de Pleno de la LXI Legislatura, se aprobó en lo general y en lo particular, el Dictamen de la Iniciativa de Ley que Reforma el Artículo 217 bis del Código Penal del Estado de Querétaro; para la prevención de la violencia familiar en contra de las mujeres en estado de embarazo; presentado por la Comisión de Administración y Procuración de Justicia.
El artículo mencionado ya prevé castigo a la violencia familiar de uno a cuatro años de prisión, además de tratamiento psicológico especializado; y también contemplaba agravantes de hasta en un 50 por ciento si se trataba de menores de 18 años, mayores de 70 años y personas con discapacidad, ahora con la aprobación, se suma a las agravantes mujeres embarazadas, como un sector de la población en vulnerabilidad.
En su momento, hicieron uso de la tribuna a favor los legisladores Guillermo Vega Guerrero, autor de la iniciativa; Juliana Rosario Hernández Quintanar; Enrique Antonio Correa Sada; y Teresita Calzada Rovirosa.
La diputada Teresita Calzada Rovirosa, formuló una reserva en lo particular al dictamen, para quedar de la siguiente manera: “Las personas previstas en este artículo; se incrementarán hasta una mitad más de lo ya establecido, cuando el delito se comete en contra de persona menor de 18 años o mayor de 70 años; personas con discapacidad, o que por las condiciones de sometimiento a las que se encuentran expuestas, les genera un estado de intimidación que les impida iniciar o continuar la denuncia; así como de mujeres en estado de embarazo, y hasta seis meses posteriores al parto o cesárea”. Reserva que fue aprobada por unanimidad de los presentes.
En sesión de la Comisión de Administración y Procuración de de Justicia que se llevó a cano el pasado 24 de junio, el diputado Memo Vega, informó que “de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (ENDIREH) generada por el INEGI en 2021, en México, el 42.8% de mujeres mayores de 15 años han sufrido al menos algún tipo de violencia (psicológica, física, sexual, económica, patrimonial o discriminación)”.
Según este estudio del INEGI, en el Estado de Querétaro, el 64.2% de los casos de violencia en cualquier modalidad, ocurre en propia casa y el 25.1% de las mujeres dijo que han sufrido alguna modalidad de violencia con la pareja.
Señaló que, según la Organización Panamericana de la Salud, la violencia en el embarazo puede generar daños irreversibles para la mamá y el bebé. En el caso de las mujeres se ocasionan lesiones traumáticas, que pueden causar abortos espontáneos o partos prematuros, hipertensión inducida por el estrés y desnutrición, debido a la falta de acceso a alimentos suficientes o saludables, así como complicaciones obstétricas que pueden poner en peligro la vida de la mujer embarazada.
En el aspecto psicológico, según los expertos, la violencia puede desencadenar ansiedad, depresión, trastorno de estrés postraumático e incluso pensamientos suicidas. En el bebé se pueden generar lesiones fetales directas, sumado a que el estrés prolongado de la persona gestante puede afectar negativamente al desarrollo neurológico del bebé y generar problemas de desarrollo cognitivo y emocional a largo plazo.
