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Pide apoyar el cine de terror mexicano

*** El director queretano Didier Richards presentó «Infierno», su segundo cortometraje de terror y ganador de cuatro reconocimientos en diversos festivales del género.
Mundo Querétaro estuvo presente en el estreno del cortometraje «Infierno», dirigido por el joven director local, Didier Richards, realizado en la sala 9 de Cinépolis Plaza Antea.
Este cortometraje de terror con tonos gore y que recuerda a clásicos como «The Texas Chain Saw Massacre» (Tobe Hooper, 1974) u «Hostel» de Eli Roth, dura aproximadamente 30 minutos y fue presentado ante una audiencia que casi llenó el aforo. Tiene las actuaciones estelares de las jóvenes actrices queretanas María Rosa Trejo y Cristina Núñez, y ha sido objeto de 29 selecciones oficiales, así como cuatro premios.
A pregunta expresa de este medio, Didier Richards señaló que se debe apoyar a los realizadores de este género, poniendo como ejemplo la cinta «Huesera» de Michelle Garza Cervera, ganadora de reconocimientos en los Festivales de Tribeca, Sitges, entre otros.
«Actualmente hay muchos directores de terror. Michelle Garza acaba de estrenar ‘Huesera’, una gran película que ganó en Festivales. Creo que ella (Michelle), ahorita que se hizo famosa la película, ya empezó a tener mucho reconocimiento, no solo de la crítica también del público».
Richards agregó que se debe apoyar la exhibición y consumo de cine mexicano de horror porque la cartelera está dominada por películas extranjeras, que le restan audiencia al nacional.
«Vas a un cine y hay 10 películas extranjeras y dos mexicanas. Creo que como país necesitamos exigir más cine mexicano; no la producción, la exhibición. Porque la producción hay, el problema es el apoyo y la confianza, porque puede haber una película mexicana, pero lamentablemente el público prefiere ver otra cosa en lugar de apoyar ese cine (el nacional)».
Por su parte la protagonista de «Infierno», María Rosa Trejo, aseguró que su participación en este cortometraje le permitió explorar otra faceta en su desarrollo como actriz.
«Fue un proceso bien diferente y al final descubrí cosas de mí misma que no había encontrado. Creo que ‘Infierno’ me dio la posibilidad de acercarme a esta parte en la que todo es una ficción. Lo tomé de una buena manera, hice el acercamiento correcto; también fui muy bien guiada y tuve mucho apoyo por parte del crew».
Cristina Núñez, quien fue galardonada como Mejor Scream Queen por su desempeño, calificó su experiencia como algo muy «divertido».
«Pude explorar un género súper alejado de mí, de hecho este fue mi primer corto audiovisual, porque yo hago teatro. Me la pasé muy bien, sobre todo porque el crew es maravilloso. Lo más importante para mí fue explorar estas partes académicas como el aprender a soltarme, porque en el cine lo tienes que vivir, en el teatro es diferente.
Didier Richards dejó en claro que algo importante para hacer cine es la confianza en uno mismo y su equipo. «(Hay que) tenerse confianza. Dejar de poner excusas, decir ‘sí se puede’ y dejar de culpar el privilegio de otras personas. Dejar de decir «Guillermo del Toro lo hizo porque tiene esto… (recursos)». Eso no importa, haz lo que puedas con lo que tengas».
La confianza del joven realizador es tal que aseguró: «De aquí a cinco años yo me veo ganando Cannes junto con mi equipo» y que uno de sus objetivos es «Antes de que yo cumpla 28 años o 30, yo ya habré ganado un Oscar». En el evento estuvieron presentes Héctor Richards y Paola Espinoza, productores de «Infierno» y padres de Didier, así como su equipo de producción.
DESCENSO AL INFIERNO
¿Qué límites puede romper la obsesión por verse «bella»? Es la pregunta que parece plantear «Infierno», una angustiante y aterradora estadía de aproximadamente 30 minutos en el calabozo dirigido por Didier Richards.
Su realización técnica y artística imponen, demostrando que sus 29 selecciones oficiales y cuatro reconocimientos no son de balde. De entrada destaca la fotografía, con tomas tan cercanas a los rostros de sus protagonistas que nos mete al horror de las torturas que María Rosa Trejo inflinge a Cristina Núñez. La primera es una sanguinaria maestra de ceremonias; la segunda es la víctima que debe gritar hasta desgañitarse y ver correr su sangre.
La cámara se mueve constantemente, un gran acierto porque de haberse quedado estática, el producto se hubiera semejado a «Saw» (James Wan, 2004) o cualquier otro filme de torture porn. Al llevarla en mano, se nos permite estar presente, queramos o no, en cada rincón de la bodega testigo de los atroces sucesos y ver cada herida.
En ocasiones la imagen parece cobrar una textura que parece salir de la pantalla, mientras que el diseño de producción es oscuro, sucio, frío, como el alma de la inquisidora interpretada por María Rosa Trejo. Mención honorífica al extraordinario diseño de sonido con gritos, silencios, ruidos y susurros que nos llevan a este viaje extremo y termina por dejar su huella en la mente.
Si en el terror mexicano se ha abusado del cliché de la casa embrujada, el gore es un subgénero apenas explorado por figuras como Lex Ortega y su «Atroz» (2015). «Infierno» se sale de ese típico molde para jugar con elementos atrevidos y dar una visión torcida de la belleza. Didier Richards y su equipo crearon una obra que merece presumirse de ser orgullosamente mexicana, pero sobre todo queretana.
Podría no ser apto para público sensible, pero los fans del horror lo encontrarán más que aceptable,  es un bocadillo sangriento para abrir el apetito de ver más de este  joven queretano que tiene mucha calidad. En 1980, Sam Raimi hizo «Into the Woods» un cortometraje que le ayudó a financiar su clásico «Evil Dead» (1981) y que llegó a presentar en el Festival de Cannes, ¿por qué no podría pasar lo mismo con Didier Richards? Tiene un gran futuro para un género nacional ávido de nuevas historias. Su «Infierno» es un oasis que refresca el terror mexicano y eso hay que gritarlo fuerte.
Por Erick Escudero